El monstruo de Australia y el de Japón paseaban por la selva brasileña en un día muy caluroso cuando se encontraron con el monstruo de Brasil y el de Uruguay.
─ ¿Pero qué haces? ¿Por qué nos miras así? ─ dijo el monstruo australiano al de Uruguay.
─ No lo sé, parecéis muy furiosos ─ respondió.
─ No, no estamos furiosos. Estamos buscando a un caballo con ruedas para montarnos y correr al trote ─ dijo el monstruo de Japón. Seguir leyendo «Los cuatro monstruos»