Urgayo, Felino y Gorgo salieron a saltar en los charcos de barro. Gorgo salió corriendo, se resbaló y perdió sus gafas.
─ ¿Dónde están mis gafas? ¡No veo nada! – dijo Gorgo
Felino las encontró. Las gafas estaban muy sucias, así que las limpió y se las puso.
─ ¡Qué tonto Felino, pero si tú tienes buena vista! ¿Por qué te pones las gafas? ─ le preguntó Urgayo.
─ Las necesito porque últimamente no veo muy bien ─ respondió Felino.
─ Entonces dale las gafas a Gorgo que son suyas y vamos a la óptica para que te miren a ti la vista ─ dijo Urgayo. Seguir leyendo «Urgayo y la revisión de la vista»