En el cuento de hoy, Sergio usa recursos de otras tres historias. Conforme me iba narrando los detalles, he ido identificando trozos de una historia de Gloria Fuertes, de personajes del Diario de Anne Frank y del álbum ilustrado «Voy a comedte».
Sergio no deja de sorprenderme. Es un gran lector y oyente de historias. Lo que compartimos no cae en saco roto.
- El comienzo de su cuento es un guiño a: «Gloria se queda sola» (El libro de Gloria Fuertes para niños y niñas: versos, cuentos y vida / Blackie books).
- El camarero Kuger y el médico de halcones Vuksil son un guiño a los personajes «Víctor Kugler (empleado de Opekta)» y «Johan Voskujil (padre de Bep y jefe de almacén de Opetka)» de la novela gráfica «El Diario de Anne Frank«.
- El tiempo que pasa Federico esperando a que lleguen sus amigos para la fiesta sorpresa de Chelo es un guiño a «Voy a comedte» (álbum ilustrado editado por Kókinos).
¡¡Espero que os guste!!
EL BUITRE FEDERICO
El día que murió Taylor, Federico entró en un bar y pasó varios días sin llamar a su amigo Chelo.
Federico no hablaba ni comía, solo abría el pico para beber.
– Estoy un poco deprimido – le dijo el buitre a Kuger, el camarero.
– ¿Por qué Federico? ¿Qué te ha ocurrido? – preguntó el camarero.
– Es que Taylor estaba paseando por el aire y se dio un golpe muy muy fuerte en la frente. Iba volando muy rápido y se chocó contra el cristal de un autobús. Rápidamente lo llevamos al hospital, pero Taylor murió – respondió Federico con cara de tristeza.
– ¡Ayyy pobre Taylor! No sabes cuánto lo siento amigo – dijo Kuger emocionado.
La mañana que ocurrió el accidente Federico fue al hospital de los halcones para buscar al doctor Vuksil y preguntar por su otro amigo Chelo. A Chelo le había picado una avispa y no se encontraba muy bien.
– ¿Cómo está Chelo? – preguntó Federico al doctor de los halcones.
– Está un poquito mejor. Creo que hoy podrá irse a casa – respondió Vuksil.
Federico se puso muy contento y salió volando muy rápido para ir a casa y preparar una tarta de chocolate y zanahorias para darle la bienvenida a Chelo. Invitó a muchos amigos y esperó 1 hora, 2 horas, 3 horas… pero no llegaba nadie. De pronto, llamaron a la puerta y… ¡Sopresaaaaa!. Habían llegado todos sus amigos: Joan, Ricardo y Borja. Traían una rana robot para regalársela a Chelo cuando llegara.
A la hora de la cena llamaron a la puerta de Federico. Era Chelo. Por fin había salido del hospital.
– ¡Bienvenido de vuelta a casaaaa! – gritaron todos los amigos.
– Muchas gracias por la fiesta – dijo Chelo con cara sorprendida.
– Que bien que ya estés con nosotros – dijo Borja entusiasmado. Para celebrarlo, Federico ha hecho una tarta buenísima y te hemos traído un regalito – continuó diciendo.
– ¡Ohh vaya, parece una rana robot! ¡Siempre he querido tener una! Muchas gracias amigos – dijo Chelo muy contento.
Estaban hablando y riendo cuando Chelo preguntó:
– Ehh, ¿y Taylor?
– Taylor ya no está con nosotros. Tuvo un accidente y … – dijo Joan con lágrimas en los ojos.
Todos los amigos se abrazaron juntos y recordaron al gran Taylor.
Al día siguiente, Federico se levantó, tomó un gran desayuno y se fue a su terraza. Allí se encontró con un montón de amigos que venían a celebrar su cumpleaños.
La vida en el bosque seguía su curso.
Sergitok Gómez Quinterillo y papá (25 de febrero de 2018)